El último desafío parlamentario de 2020 del Gobierno: La Sanción del Proyecto de Legalización del Aborto

El próximo martes 29 de diciembre el Senado debatirá la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), junto al proyecto de los «Mil Días». Ese mismo día, en Diputados se tratará la nueva fórmula de movilidad jubilatoria. Ambas iniciativas son claves para la Casa Rosada.

La llegada de la pandemia de Covid-19 a mediados de marzo último empañó el anuncio que el presidente Alberto Fernández había realizado unos días antes sobre el envío del proyecto de legalización del aborto al Congreso. El debate quedó en suspenso casi diez meses, pero bajo la promesa de que se trataría en el 2020. Con la media sanción de Diputados, la gran apuesta del Gobierno en el terreno parlamentario es terminar el año con la aprobación de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en la sesión que se llevará adelante en el Senado este martes 29, el mismo día que se inicia la campaña nacional de vacunación contra el coronavirus.

El final sigue abierto en la Cámara Alta. Las negociaciones para sumar votos a un sector y a otro se aceleraron en los últimos días. Entre los legisladores que están a favor de la iniciativa aseguran que «las conversaciones vienen bien», aunque prefieren no arriesgar un resultado. La ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, dio algún indicio la semana pasada de cuál es el panorama al asegurar que no se introducirán modificaciones al texto de la norma, algo que había solicitado el rionegrino Alberto Weretilneck para acompañar el proyecto.

La senadora mendocina Anabel Fernández Sagasti, muy cercana a la vicepresidenta y titular del Senado, Cristina Fernández, es la principal encargada de sumar voluntades a los «verdes». También la santafecina María de los Ángeles Sacnun, del Frente de Todos, y las opositoras Guadalupe Tagliaferri, de PRO, y Pamela Verasay, de la UCR, están abocadas a conseguir el apoyo necesario para aprobar el proyecto en un escenario prácticamente de empate. Con algunos legisladores indecisos y otros que mantienen en reserva el sentido de su voto, los «celestes» corren con una leve ventaja de apenas un voto.

Una de las dudas que persisten es qué hará el senador Sergio «Oso» Leavy, que en 2018 votó en contra de la legalización del aborto cuando era diputado y días atrás se reunió con Alberto Fernández para hablar de este tema. Aunque algunos especulan con que el legislador salteño ya habría decidido acompañar la iniciativa, en el oficialismo temen que en este caso y otros, al momento de votar, pesen más las presiones que varios de ellos reciben en sus respectivas provincias para rechazar la iniciativa. Algo similar sucede con las opositoras Stella Maris Olalla y Lucila Crexell, que aún no revelaron su voto. En el Frente de Todos, además, les preocupa que puedan verse condicionadas por los que en Juntos por el Cambio «no quieren regalarle un triunfo a Alberto».

La salud de Carlos Menem pone en vilo a las senadoras y los senadores que están en contra del proyecto. El ex presidente siempre se opuso a la legalización del aborto. Si bien podría emitir su voto desde el sanatorio, su situación es compleja porque hasta ahora su estado es delicado. Tampoco podrá hacer su aporte a este sector el oficialista José Alperovich, que está de licencia tras haber sido denunciado por abuso sexual.

Tan importante es para el Gobierno convertir en ley lo que fue una de las principales promesas de campaña que el propio presidente está trabajando para asegurarse los votos. Las charlas con legisladores y gobernadores por esta cuestión son permanentes. Lo secundan Gómez Alcorta y la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, quienes accedieron a realizar cambios al texto antes de que se votara en Diputados para facilitar así su aprobación en el Senado. Más allá de que en las propias filas están quienes juegan en contra -entre ellos el jefe de la bancada oficialista, José Mayans-; en el Ejecutivo nacional confían en que a diferencia de 2018 ahora cuentan con una ventaja: la iniciativa va acompañada del proyecto de los «Mil Días», lo que ayudaría a equilibrar la balanza.

La sesión en la que se debatirá la IVE comenzará este martes a las 16. Según estiman en la presidencia del Senado, el debate podría durar 12 horas, por lo que recién se votaría en la madrugada del 30. El 29, también se tratará en Diputados el proyecto que establece la nueva fórmula de movilidad jubilatoria, que ya tiene media sanción de la Cámara alta. Para ese día, el Gobierno nacional fijó el inicio de la campaña nacional de vacunación contra el Covid-19 luego de la llegada de las 300 mil dosis de la vacuna Sputnik V desde Rusia.

Si el Gobierno logra aprobar en ambas cámaras sus respectivos proyectos, conseguirá cerrar el año con un triunfo por partida doble en el ámbito legislativo. Aun así, para el presidente la legalización del aborto tiene una relevancia mucho mayor. No sólo se trata de ampliar derechos, sino de dar una señal a una parte importante de su electorado y de reafirmar que lidera una fuerza política de corte progresista en un contexto de crisis económica, en el que hay poco para mostrar.

La aprobación del Aporte Solidario y Extraordinario tuvo una carga simbólica similar. Tras varias idas y vueltas dentro del oficialismo, finalmente el Frente de Todos logró el apoyo suficiente para aprobar la norma que fija una contribución obligatoria de quienes poseen un patrimonio mayor a los 200 millones de pesos. Otro de los logros fue la aprobación del Presupuesto 2021, en especial porque se dio en medio de las negociaciones con el FMI por la deuda contraída durante el gobierno anterior.

El funcionamiento del Congreso en plena pandemia también lo cuentan como una victoria en el oficialismo. Sólo en Diputados se hicieron 22 sesiones y se sancionaron 66 leyes, aún con los reiterados desencuentros con Juntos por el Cambio por el protocolo que regula la modalidad remota. En tanto, en el Senado, hubo 32 sesiones, entre presenciales y virtuales, y se sancionaron 40 proyectos y se dio media sanción a otros 87, entre ellos el de reforma judicial, el cual por ahora no está en los planes del oficialismo debatirlo en la Cámara baja por falta de apoyo de la oposición, a pesar de que figura en el temario de las sesiones extraordinarias.